Una válvula singular que podemos encontrar unida al filtro, es la VÁLVULA SELECTORA de seis vías. Por su relevancia en el funcionamiento del equipo de filtración merece una atención especial. La función de esta válvula es “seleccionar” el camino que recorrerá el
agua, una vez sale impulsada de la bomba. El diseño de una válvula selectora es un derroche de ingenio. En un espacio muy reducido y con la manipulación de una sola maneta es posible realizar hasta seis maniobras diferentes – FILTRACIÓN, VACIADO, CERRADO, LAVADO, RECIRCULACIÓN y ENJUAGUE -. De no existir, necesitaríamos instalar cinco válvulas normales para conseguir, con distintas combinaciones, una maniobrabilidad semejante. Sin embargo, el ingenioso mecanismo que se haya en su interior está expuesto a constantes fricciones y cambios de presión, lo que termina produciendo un desgaste y desajustes que pueden concluir en problemas graves, que no siempre son fáciles de diagnosticar.
Uno de los efectos más perjudiciales que ocasiona el malfuncionamiento de la válvula selectora es la pérdida de agua de la piscina. Cuando la maniobra seleccionada es “Filtración”, un desajuste importante puede provocar que parte del agua que impulsa la bomba se pierda por el desagüe – evidentemente esto no debería suceder si tenemos una válvula de seguridad instalada en dicha tubería -. Por la misma razón, un porcentaje del agua que debería pasar a través del filtro regresa a la piscina sin ser filtrada, lo que repercute en una disminución importante del rendimiento del equipo, en un consumo eléctrico más elevado, en una mayor necesidad de tratamiento químico… y en consecuencia en un agua de peor calidad. Ante el menor indicio de que la válvula selectora está empezando a fallar, es conveniente sustituirla.